• Antes de empezar a cocinar los mejillones hay que limpiarlos muy bien.
• Coges un cuchillo y ves retirando las barbas y los pelillos que sobresalen del mejillón.
• Cuando los hayas limpiado, pásalos por agua para terminar de limpiarlos.
• Coges una olla, echas las hojas de laurel, los mejillones, un chorrito de vino blanco  y  una pizca de sal y la tapas.
• Dejas que hierva y cuando veas que ya están listos los retiras del fuego ( lo sabrás porque los mejillones estarán abiertos.
• Coges la cebolla y la picas, luego el ajo y por último troceas el tomate.
• En una olla echa un chorrito de aceite de oliva y echa la cebolla y el ajo y espera que se vaya dorando poco a poco.
• Cuando veas que ya esta doradita la cebolla y el ajo, echa el tomate troceado y cocínalo todo a fuego lento durante unos 5 minutos más o menos.
• A continuación, añade a la olla la salsa de tomate, un vaso de vino blanco, el pimentón dulce, el perejil bien picadito y los dos vasos de agua.
• Remueve todos los ingredientes con una cuchara de madera.
• Añade los mejillones esparcidos por la olla y tápala durante 15 o 20 minutos a fuego lento.
• De vez en cuando tienes que ir removiendo todos los ingredientes para que se vaya espesando la salsa. 
• Una vez transcurrido el tiempo ya los tenemos listos para servir.
• Si los has cocinado en una olla de barro los puedes dejar tal y como se han cocinado, y si los has echo en una olla los tendrás que presentar en una bandeja o plato.

Dificultad: FÁCIL